domingo, 23 de marzo de 2014

Pergrinos de ti, María

Organizado por la vocalía de Juventud, la hermandad de los Dolores viajó en el día de ayer a Sevilla  para participar en los actos del ‘Año Jubilar’ que celebra la hermandad de ‘La Macarena’ con motivo del cincuenta aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Esperanza.
 
Más de 50 personas integradas por miembros de la Junta de Gobierno de la cofradía y un nutrido número de hermanos se trasladaron en un autobús y vehículos particulares hasta la ciudad hispalense el pasado 22 de marzo con el fin de obtener la Indulgencia Plenaria.
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Tras la llegada, fueron recibidos en el centro de recepción de peregrinos, alrededor de las 11:30, desde el cual comenzó la visita guiada por el museo de la hermandad macarena. Acto seguido, a las 13:15, la cofradía participó corporativamente en el jubileo con la celebración y participación en la ‘Misa de Peregrinos’ en la Basílica de la Macarena.
 
La cofradía fue recibida en el atrio de la basílica, por una representación de la hermandad de la Esperanza tras lo cual tuvo lugar la Eucaristía. El guión corporativo estuvo situado en el altar, al igual que la ofrenda floral de la cofradía a la Virgen Macarena. Tras la celebración y la entrega de obsequios por ambas corporaciones se visitó el camarín de la Esperanza.
 
 
 
 
 
 
Los asistentes de manera voluntaria, podían solicitar un certificado,  personalizado con su nombre y apellidos, por el precio de 2 €, y cuya recaudación está destinada a la obra social de la hermandad de la Esperanza. Dicho certificado, es emitido por la hermandad de la Esperanza Macarena, en nombre de la Penitenciaría Apostólica, la cual, por mandato del Sumo Pontífice, concede la Indulgencia Plenaria durante el Año Jubilar Macareno a los fieles cristianos que, estando en las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por la intención del Santo Padre), visiten en peregrinación la Imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena y participen devotamente en las funciones sagradas o en los ejercicios de piedad, o al menos durante un tiempo adecuado meditaran piadosas consideraciones, concluyendo con la Oración del Señor, el Símbolo de la Fe e invocaciones a la Bienaventurada Virgen María.