En filas bien apretadas
Yo quiero ser nazareno,
Y contemplar a Jesús
Soportando su silencio.
Quiero ver sus finas manos,
Clavadas en su madero,
Quiero estar cerca de él,
Quiero ser su cirineo,
Quiero quitar las espinas
Que sus sienes van hiriendo,
Ayudarle a soportar
De los pecados el peso,
Secarle todo el sudor
Que transpira por el cuerpo.
Para vivir la Pasión,
Yo quiero ser nazareno,
Y formar eternas filas,
Que van de la tierra al cielo.
Con mi cara destapada,
Y concentrado en mis rezos,
Alumbrando su camino,
Con mi cirio derritiendo,
Acompañaré a María
En su duro sufrimiento.
Mujer, prepara la túnica
Y plánchamela al momento;
El capirote, cordones,
Y mis zapatos de negro.
¡Que ya siento los tambores!
¡Que ya el pueblo huele a incienso!
¡Que doblan tristes campanas
Por Jesús, que ya está muerto,
Y tengo que acompañar
A su madre en el entierro!
¡Qué orgullo más grande es éste,
Vestirse de nazareno,
Y acompañar a Jesús
Por las calles de mi pueblo!
Autor: Narciso Perea Fernández
Pregón de Semana Santa en Torrenueva (Ciudad Real a 15 de marzo de 2008)