martes, 25 de marzo de 2014

Limpieza de enseres para Semana Santa 2014

   
Queridos Hermanos:

    Metidos de lleno en tiempo de Cuaresma, la Diputación de Mayordomía vuelve a ponerse en contacto con todos vosotros, para pedir vuestra colaboración a todo aquel que pueda ayudar en las labores de limpieza de enseres de nuestra Hermandad. Es por esto, por el que os pongo en conocimiento, de que el próximo sábado día 29 de marzo a las 9:00 vamos a quedar en la hermandad para llevar a cabo dicha labor. Comenzaremos el día con una oración ante nuestros sagrados titulares y acto seguido empezaremos a planificar el trabajo entre las personas presentes.

     Toda ayuda es poca, estáis invitados: niños, jóvenes, padres, mayores... Desde aquí, solo me queda daros las gracias anticipadas por vuestra colaboración.

     Para cualquier información o duda, podéis contactar con Rafael Lozano o José Daniel González en el teléfono de la Hdad. o a través de la dirección de correo electrónico y de nuestras redes sociales oficiales.

    Recibid un fuerte abrazo en Cristo y María Santísima


Página de Facebook: Hermandad Los Dolores – Córdoba, España 
Twitter: @hdaddolorescord
Mail: secretaria@hermandadlosdolores.es
Teléfono: 957-473782

Significado de la estación de penitencia


Hay actos que realizamos en nuestra vida sin detenernos a pensar porqué los hacemos y cuál es la finalidad que pretendemos con ellos. La estación de penitencia es esencialmente un acto religioso en el que se da cita lo dicho.

Sabido es que las estaciones de penitencia de las hermandades y cofradías son manifestaciones populares de fe, con clarísimas connotaciones culturales y folclóricas y con manifiestas repercusiones económicas. Afirmar otra cosa sería faltar a la realidad de los hechos. Pero ello no debe significar que lo religioso quede relegado hasta tal punto que queden vacías de contenido religioso nuestras corporaciones.

 De ahí que, como principio, sea conveniente precisar algunos términos que en el lenguaje corriente y popular suelen emplearse normalmente como sinónimos: desfile procesional, procesión y estación de penitencia confluyen usualmente como vocablos idénticos cuando en puridad. tienen distinta significación. Así "desfile procesional" hace referencia a la formación o conjunto de nazarenos y penitentes que van a pasar por un punto determinado, al orden del cortejo, a su organización, que debe ser reglada y ordenada con arreglo a unos criterios y pautas necesarios. En cambio, la palabra "procesión" alude a la circunstancia de ir una persona detrás de otra formando filas o hileras, y es un término mucho más amplio de lo que se puede pensar, ya que hay procesiones religiosas muy relacionadas con la liturgia. Así algunas recuerdan acontecimientos salvíficos con clara referencia al mismo Cristo: como la conmemorativa de la Presencación del Señor, la del Domingo de Ramos, la de la Vigilia Pascual; otras, en cambio, son votivas, como la de la procesión del Corpus Christi (con el barroco se empezaron a utilizar este tipo de procesiones para honrar, v.gr., las reliquias de un santo o patrón); la de rogativas, o la que se celebra el 2 de noviembre, en conmemoración de los fieles difuntos en priocesión al cementerio; y hay incluso otras que son necesarias para el desenvolvimiento de acciones de la liturgia, como la procesión que se hace en las parroquias con el crisma y los santos óleos, o para la adoración de la Cruz el Viernes Santo, la procesión para llevar el Viático para los enfermos, la procesión de entrada del ministro y los celebrantes desde el fondo de la nave de la iglesia, la de la presentación de ofrendas, la misma fila de los fieles para recibir la comunión, o las que tienen lugar en ciertas celebraciones (en el Domingo de Ramos, para conmemorar la entrada de Jesús en Jerusalén; la de la Vigilia Pascual, la del Corpus...).

Pues bien, en sentido estricto es la procesión penitencial de una hermandad o cofradía la que debe convertirse en "estación de penitencia", cuya finalidad es dar testimonio público de la fe en Cristo Jesús.

"Estación" significa "parada", parada que se hace al llegar a la catedral y que antiguamente tenía lugar en otra iglesia, templo, basílica o santuario. Al respecto, conviene que recordemos que las "paradas" que se efectúan para meditar los distintos pasajes del santo vía crucis se llaman "estaciones". Por eso, "procesión" no es sinónimo ni es lo mismo que "estación de penitencia", porque en la procesión, por razones de orden lógico, se avanza a la vez que se camina. En defnitivia, la cofradía procesiona pero, sobre todo, debería hacer estación de penitencia al templo mayor de la ciudad.

Y es que la estación de penitencia nos evoca significados diversos que confluyen simbólicamente: somos parte del Pueblo de Dios y peregrinos que caminan hacia la Jerusalén Celestial, pues nuestra aspiración no son las cosas terrenas, sino que anhelamos la "ciudad futura" ya que, dijo el apóstol San Pablo, “somos ciudadanos del cielo” (Flp 3, 20) y tenemos aquí la ciudad permanente. A su vez, la estación de penitencia nos prepara igualmente para la Pascua de Resurrección en una peregrinación que, incluso antropológicamente hablando, implica un camino participativo, pues todos tendemos y buscamos lo mismo: gozar de la plenitud del amor eterno de Dios, nuestro Padre, orando juntos, haciendo penitencia unidos en una misma fe, cumpliendo así nuestra misión evangelizadora, catequética y de testimonio, en acto religioso público de fe esperanzada y esperanzadora.

Al mismo tiempo tiene una seria connotación, no solo de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo, sino también de conversión y reconciliación, de participación fraternal en los sagrados ritos. Por eso, vestirse de nazareno debería ser como "revestirse" del mismo Jesús de Nazaret; en cierto modo, es un recordatorio de nuestro bautismo. Y es que nuestra conducta no debe ser la de "salir de nazarenos", sino de volvernos a vestir, “revestirnos” espiritualmente" de tales, la de intentar imitar a Cristo, expiando penitencialmente nuestras faltas y debilidades para aspirar a ser verdaderos "cristos vivientes" por nuestra entrega y amor, por nuestra atención y ayuda a los hermanos, particularmente a los más desfavorecidos y necesitados.

Lo mismo que el Señor vino a este mundo para dar testimonio de la verdad, nosotros debemos proclamar también firmemente, sin miedo ni pudor, que, por encima de las apariencias, engaños y vanidades de este mundo, Cristo es la única Verdad, y que el mejor vínculo para hacerlo es la Virgen, Mediadora de todas las Gracias, que nos dijo: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2,5-6).

Y esa conversión interior de nuestro corazón que también significa la estación de penitencia, va acompañada de una catequesis plástica, expresiva del mensaje de salvación interpretado popularmente, pero de profunda raíz evangélica y evangelizadora. Esa conversión y confesión de fe debe ser para siempre, para toda nuestra vida, no circunscrita a las escasas horas que dura la estación de penitencia; y debe ser una conversión en la Palabra de Jesús, verdadera penitencia que complete los sufrimientos del Señor, no un sentimiento o una vivencia histórica que se repite cada año. Eso puede ser una buena tradición, pero a todas luces manifiestamente insuficiente si no va refrendada con nuestro proceder en el día a día de nuestras vidas, a pesar de las imcomprensiones y desengaños que podamos sufrir y que nos puedan herir, por muy dolorosos que puedan ser: es cumplir en nosotros lo que dijo San Pablo: “(...) Así completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo,a favor de su cuerpo que es la Iglesia (Col 1, 24-25).

Todo ello cobra especial sentido, en nuestro caso, si hacemos estación de penitencia desde nuestro templo a la Santa Iglesia Catedral. La catedral es el templo más importante de la Diócesis, la madre de las madres de las iglesias que en ella existen, es el lugar neurálgico desde donde el obispo difunde la doctrina católica y sirve, como pastor, a la comunidad. Allí, desde la cátedra (de ahí el nombre de “catedral”), se impartía primitivamente las enseñanzas teológicas a los estudiantes que cursaban esta materia y a los seminaristas (me viene a la memoria el desconocimiento y la osadía de una carta al director publicada en un diario local, en la que su autor hablaba de la “soberbia” de nuestro anterior prelado por colocar la “cátedra” en el altar mayor). Incluso su gran tamaño sirve para albergar el mayor número posible de fieles, haciendo tránsito simbólico a la universalidad de la Iglesia, Madre y Maestra; y también a la unidad de los creyentes, con el obispo, protector de su grey, a la cabeza. Es, pues, signo del magisterio del obispo como pastor y maestro.

Por ello hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral no es visitar una joya arquitectónica, contemplar una pieza de museo de valor extraordinario o algo de incuestionable valor artístico que debe ser admirado, o disfrutar simplemente de una anhelada visita turística. La Catedral simboliza esa Iglesia del Cielo, esa Jerusalén Celestial a la que el Pueblo de Dios se dirige en peregrinación. Allí en procesión, hacemos "parada" o "estación" ante el Santísimo, presente siempre en el Sagrario, para rendirle adoración, o nos detenemos, por estar reservado el Señor según los días de la Semana Santa, para adorar la Santa Cruz.

Esa es nuestra meta comunitaria como tal hermandad y cofradía: gozar del amor de Dios eternamente en el cielo, buscar refugio y cobijo en el Señor. Ese es nuestro destino y fin. Lo demás, nuestro andar y procesionar por la vida, es sencillamente algo pasajero y efímero, como lo son nuestros pasos; pero son precisamente los pasos bien andados, los dados desde el amor y desde una fe sincera y firme, a pesar sde nuestras debilidades y faltas, los que nos ayudan a avanzar providencialmente hacia la meta: Cristo, con la ayuda e intercesión de María en comunión y reconciliación con nuestros hermanos, expiando sincera y amorosamente nuestras faltas y debilidades bajo el cayado protector, ejemplar de nuestro obispo, en recto, justo y fiel caminar hacia la tierra promisoria del cielo. Así nos convertimos en imagen de Cristo, Luz del mundo y de la misma Iglesia (luz reflejada en los cirios que portan los nazarenos), salvados todos por la sangre derramada de Cristo y llamados a la gloria por su resurrección. Él  es a quien verdaderamente debemos seguir, pues como él mismo dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Jn 14, 6).

Y de esta conducta no deben estar exentos los costaleros, quienes son –deben ser-  unos penitentes más (como igualmente tienen que serlo los nazarenos), no debiendo olvidar aquellos que la verdadera "chicotá" es avanzar siempre en el seguimiento de Cristo y de la Virgen. Llevar bien los pasos puede ayudarnos a a acercarnos a Dios y a su Bendita Madre, pero lo que verdaderamente agrada a Cristo es que sigamos su ejemplo, sirviéndonos María como ayuda inestimable. A la Virgen le puede alegrar que la “mezamos” amorosamente, pero lo que en verdad le entusiasmaría y llenaría su corazón traspasado es que sus hijos, a los que quiere con locura de Madre Tierna y Buena, tengan como modelo a Jesús.

Hagamos, pues, de la Santa Iglesia Catedral algo nuestro, si somos católicos cofrades, como un verdadero punto de referencia de nuestras procesiones de Semana Santa convirtiéndolas en auténticas estaciones de penitencia; hagamos de la Catedral lo que verdaderamente es: un templo universal que nos une a los católicos de toda la Diócesis en la fe en Cristo Jesús. De esa manera, con respeto pero con contundencia, evitaremos y desterraremos equivocadas o torticeras opiniones por parte de quienes, partiendo de presupuestos erróneos, desorientados o parciales, esgrimen argumentos aparentemente jurídicos que subrepticiamente encubren pretensiones de otro tipo, y que lo que hacen es sembrar la confusión  en un claro desafío a lo que debe ser el rigor histórico-jurídico, y la búsqueda de la verdad. Opinar es gratuito, tener criterio requiere informarse y documentarse debidamente. ¡Son tantos y tantos los que opinan! Pero, ¿todos tienen criterio? Por eso no nos podemos arrastrar las hermandades por un cómodo crepúsculo de respeto ante todo y por una colectiva y alarmante relativización e indiferencia. Aunque haya gente que opina infundada o equivocadamente lo contrario, hay que reconocer que, a pesar de sus defectos e imperfecciones, gracias a la Iglesia gozamos de la libertad de la que otros países no católicos carecen. Y gracias a Ella, la crisis se está haciendo más llevadera. La Catedral está en buenas manos y así debe seguir, por el bien de Córdoba, por el bien de nuestras cofradías, por la misma conservación del templo mayor de la Ciudad, por el patrimonio histórico...Está por ver –lo he visto y vivido- que otras religiones permitan el culto compartido en sus templos (“a buen entendedor, pocas palabras bastan”).

 No privemos, pues, de sentido a algo que lo tiene para los católicos (se supone que las hermandades y cofradías pertenecen a la Iglesia -¿o no?-), a pesar de que no nos hallamos detenido a pensar sobre ello. ¿Acaso somos una peña o una ONG? Hagamos una reflexión seria, profunda y sincera del significado que tiene hacer estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, avalada por el peso de la propia historia de no pocas nuestras cofradías (lo que merecería un estudio aparte), y que tengamos siempre presente que las hermandades nacieron por la fe, deben vivir de la esperanza, y nutrirse diariamente en el ejercicio de la caridad.

 

In Domina Nostra.

 

Juan José Jurado Jurado

hermano mayor de la Hermandad

de Nuestra Señora de los Dolores y del Santísimo Cristo de la Clemencia.


lunes, 24 de marzo de 2014

D.E.P. Don Adolfo Suárez

La Real Venerable e Ilustre Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores y el Santísimo Cristo de la Clemencia quiere manifestar su pesar por el fallecimiento en el día de ayer de D. Adolfo Suárez, y hace extensible sus condolencias, en nombre de todos los hermanos de esta corporación y en el de su junta de gobierno, a sus familiares y amigos.

D. Adolfo Suárez , primer presidente de la Democracia de este país y uno de los padres de la actual Constitución, visitó nuestra casa en el año 1979,  donde rezó y se encomendó a Nuestra Señora de los Dolores y al Santísimo Cristo de la Clemencia.

Elevamos oraciones ante nuestros Sagrados Titulares por el alma del fallecido, en la seguridad de que pronto gozará del reino celestial, colmando a la familia del consuelo necesario ante tan irreparable pérdida.

Imagen del archivo de la hermandad: Adolfo Suárez firmando en el libro de oro de la hermandad en el año 1979
 
 

domingo, 23 de marzo de 2014

Cartel Viernes de Dolores 2014

Estimados Hermanos.

Durante el concierto que hoy ha ofrecido la Banda de Música Ntra. Sra. de la Estrella en honor de Ntra. Sra. de los Dolores, ha tenido lugar la presentación del cartel viernes de dolores 2014.

Os mandamos el cartel, que puede recogerse en nuestra hermandad con un donativo de 1,50 €.

Sin más, un saludo

Pergrinos de ti, María

Organizado por la vocalía de Juventud, la hermandad de los Dolores viajó en el día de ayer a Sevilla  para participar en los actos del ‘Año Jubilar’ que celebra la hermandad de ‘La Macarena’ con motivo del cincuenta aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Esperanza.
 
Más de 50 personas integradas por miembros de la Junta de Gobierno de la cofradía y un nutrido número de hermanos se trasladaron en un autobús y vehículos particulares hasta la ciudad hispalense el pasado 22 de marzo con el fin de obtener la Indulgencia Plenaria.
.
Tras la llegada, fueron recibidos en el centro de recepción de peregrinos, alrededor de las 11:30, desde el cual comenzó la visita guiada por el museo de la hermandad macarena. Acto seguido, a las 13:15, la cofradía participó corporativamente en el jubileo con la celebración y participación en la ‘Misa de Peregrinos’ en la Basílica de la Macarena.
 
La cofradía fue recibida en el atrio de la basílica, por una representación de la hermandad de la Esperanza tras lo cual tuvo lugar la Eucaristía. El guión corporativo estuvo situado en el altar, al igual que la ofrenda floral de la cofradía a la Virgen Macarena. Tras la celebración y la entrega de obsequios por ambas corporaciones se visitó el camarín de la Esperanza.
 
 
 
 
 
 
Los asistentes de manera voluntaria, podían solicitar un certificado,  personalizado con su nombre y apellidos, por el precio de 2 €, y cuya recaudación está destinada a la obra social de la hermandad de la Esperanza. Dicho certificado, es emitido por la hermandad de la Esperanza Macarena, en nombre de la Penitenciaría Apostólica, la cual, por mandato del Sumo Pontífice, concede la Indulgencia Plenaria durante el Año Jubilar Macareno a los fieles cristianos que, estando en las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por la intención del Santo Padre), visiten en peregrinación la Imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena y participen devotamente en las funciones sagradas o en los ejercicios de piedad, o al menos durante un tiempo adecuado meditaran piadosas consideraciones, concluyendo con la Oración del Señor, el Símbolo de la Fe e invocaciones a la Bienaventurada Virgen María.
 
 

viernes, 21 de marzo de 2014

La Puerta de la Virgen

Queridos hermanos,

os dejamos un artículo publicado hoy por en el blog de ABC "La Capilla de San Álvaro" y cuyo autor es Luis Miranda.

POR Luis Miranda / Blog La Capilla de San Álvaro





Hoy hace seis años todo se escapaba de entre las manos, pero a la vez algo más fuerte y duradero empezaba. Por los caprichos de la luna era Viernes Santo, y ya quisieran los cofrades, todos, un tiempo tan dulce y tranquilo como el de estos días de espera y cultos, de túnicas que salen de la funda y de papeletas de sitio.
 
Se terminaba la Semana Santa de 2008, con la única falta del Miércoles Santo y un chaparrón inoportuno que obligó a volverse a la hermandad de la Sagrada Cena. El 21 de marzo era también viernes, aunque Santo, uno de los más decisivos que se recuerdan, aquel en el que la hermandad de los Dolores desafió a sus números históricos y acudió a la Catedral.
 
Fue mucho más que un día con cinco hermandades en las naves del grandioso templo, más que el día en que la Estrella enseñó a todo el mundo que una marcha fúnebre podía ser sobrecogedora y profunda en sus trombones y en la inspiración de sus autores de cabecera. Fue el día en que se empezó a pensar que era posible que todas las cofradías fuesen a la Catedral, y eso no lo podía hacer más que la Virgen de los Dolores, con toda la majestad de los siglos que han escuchado todas las súplicas posibles. El ejemplo, el faro, la guía que nunca señalará a un lugar equivocado.
 
La duda es humana y no todo el mundo tenía claro que la cofradía de los Dolores llegase a la Catedral la primera y no dejase retraso a las demás. Pidió la hermandad un voto de confianza y cumplió con creces, y regaló la estampa de su palidez eterna en las primeras horas de la tarde. Se acabaron los años de lentitud.

 Se pensaba que el día iba a caminar en el alambre de unos minutos, los que no había que perder para que todas las que tenían que venir detrás (Sepulcro, Soledad, Expiración y Descendimiento) se entorpeciesen y no pudiesen entrar en la Catedral porque las anteriores todavía no hubieran salido. Pero el alambre era una avenida tranquila, un camino sin peligro, y se vio desde las primeras horas de la tarde que para mí siempre sonará a «Desconsuelo» y al estreno en la calle de «Los Dolores» de José de la Vega.
 
Los minutos seguían diciendo lo de siempre, pero cuando la Virgen de los Dolores salió por la puerta de Santa Catalina, dulce y maternal como nunca ha dejado de ser, la cruz de manguilla del Sepulcro, brillo de espejos entre los capirotes de ruán, se acercaba a la Puerta del Perdón por la calle Judería. Hubo sonrisas de alivio, pero lo que entonces pasó fue algo más que un día ajustado de horarios. Aquel día empezó a caer la celosía, y los que rezan a la Virgen saben que Ella terminará por pasar debajo de una puerta que se debería llamar como Ella.
 
 
Fuente: Blog "La Capilla de San Álvaro" - Diario ABC - Edición Córdoba - 21/03/2014

http://abcblogs.abc.es/la-capilla-de-san-alvaro/public/post/la-puerta-de-la-virgen-15748.asp/

jueves, 20 de marzo de 2014

Vivencia de un hermano nazareno

    Este documento indica una caracterización acerca del modelo de vida que debe identificaral hermano Nazareno en todo momento, lugar y tiempo.
 
    Conforme a que el hermano nazareno es una persona bautizada por la iglesia católica, entonces debe asumir inicialmente y siempre el comportamiento y obligación de un cristiano católico, este comportamiento esta basado en ser fiel a las doctrinas y enseñanzas de nuestra iglesia, enseñanzas que nos han dado a conocer por medio de las catequesis, por los sacerdotes y religiosos en sus predicaciones, también el nazareno es una persona que acepta y cumple la voluntad de Dios en la vida, al igual que los mandamientos de la ley de Dios y los mandamientos de la iglesia católica, asistir a la misa dominical, participar de las actividades de la parroquia, entre otras características de cualquier hermano de la iglesia católica.
    La vivencia del nazareno se caracteriza por que es un hombre o mujer de Dios, es un fiel seguidor de Jesucristo, sus pensamientos, palabras, gestos y obras son claras evidencias que en su corazón habita el señor Jesús, es una persona ante todo humilde y sencilla, en su corazón no hay cabida para el orgullo, egoísmo ni odio, pero si hay cabida para el servicio desinteresado, la entrega por las obras de Dios, de la comunidad y las de su hermandad. Es una persona agradable, simpática en su forma de ser y actuar, una mujer u hombre que sobresale por su honestidad, mansedumbre, cordialidad y agilidad al llamado de las acciones que conllevan a servir a Dios, su hermandad y a su prójimo.
    Es una persona espiritual, pacifica, que valora su vida y la de los demás, su espiritualidad debe ser un arma muy fuerte para sobre llevar las diferentes situaciones de la vida y así ser ejemplo ante los demás seres humanos. El hermano nazareno es una persona entregada a la oración, a la permanente comunicación con Dios, asiste y recibe los sacramentos de la Iglesia Católica, es piadoso(a) a la virgen María y a la Santísima Trinidad.
    Los jóvenes nazarenos se deben caracterizar por ser obedientes a sus padres y personas mayores, por ser personitas ejemplares, de buenas ideas, buenos hijos en todo sentido, respetan a sus mayores y son educados con toda persona de cualquier lugar, también el joven nazareno es una persona que respeta y valora su cuerpo y dignidad humana, no se deje llevar por los vicios ni cosas mundanas que ofrece este mundo, es buen estudiante o trabajador por que aprecia su esfuerzo y el de sus padres de familia.
    Mientras que el nazareno adulto es una persona entregada a su familia, padres, esposa(o), novia(o), a los hijos, también a sus compromisos personales y/o matrimoniales y católicos, es una persona integral, madura en la fe y en la perseverancia para la marcha hacia el reino de Dios. Se debe caracterizar por ser responsable, sereno(a), prevenido, piadoso, y ante todo el cualquier hermano nazareno demuestra que ama a Jesucristo, a Dios y a la santísima Virgen María, y lo demuestra con su testimonio de vida que deja y ofrece a sus familiares, conocidos, amigos y demás seres vivientes.
 
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
 


martes, 18 de marzo de 2014

Orgullo de Nazareno

En filas bien apretadas

Yo quiero ser nazareno,

Y contemplar a Jesús

Soportando su silencio.

Quiero ver sus finas manos,

Clavadas en su madero,

Quiero estar cerca de él,

Quiero ser su cirineo,

Quiero quitar las espinas

Que sus sienes van hiriendo,

Ayudarle a soportar

De los pecados el peso,

Secarle todo el sudor

Que transpira por el cuerpo.

Para vivir la Pasión,

Yo quiero ser nazareno,

Y formar eternas filas,

Que van de la tierra al cielo.

Con mi cara destapada,

Y concentrado en mis rezos,

Alumbrando su camino,

Con mi cirio derritiendo,

Acompañaré a María

En su duro sufrimiento.

Mujer, prepara la túnica

Y plánchamela al momento;

El capirote, cordones,

Y mis zapatos de negro.

¡Que ya siento los tambores!

¡Que ya el pueblo huele a incienso!

¡Que doblan tristes campanas

Por Jesús, que ya está muerto,

Y tengo que acompañar

A su madre en el entierro!

¡Qué orgullo más grande es éste,

Vestirse de nazareno,

Y acompañar a Jesús

Por las calles de mi pueblo!


Autor: Narciso Perea Fernández

Pregón de Semana Santa en Torrenueva (Ciudad Real a 15 de marzo de 2008)

 


lunes, 17 de marzo de 2014

Felicitación a la Hermandad de las Angustias

La Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores felicita de forma pública a la de Nuestra Señora de las Angustias por el magnífico traslado de su titular a su histórica y definitiva sede canónica de San Agustín. La jornada vivida el pasado sábado ha demostrado con rotundidad la profunda devoción de que goza esta sagrada imagen y el alto sentimiento religioso del pueblo de Córdoba. 

Por último, la Hermandad de los Dolores hace votos para que en la nueva etapa que ahora comienza en San Agustín se escriban brillantes capítulos en la ejemplar historia de la cofradía decana de Córdoba.

Esencia de Nazareno

Queridos hermanos y amigos,

a continuación os ponemos un artículo escrito por y para el Nazareno, su autor es D. Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz, y está publicado en la web de la Muy Antigua, Real e Ilustre Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de San Agustín, Jesús Nazareno de las Penas, Nuestra Madre y Señora de la Consolación y Santo Ángel Custodio, de Granada.

Se acercan los días grandes que los cofrades esperan todo el año. En menos de un mes sumarán a su condición de cofrade la calidad de nazareno. Se sentirán, nos sentiremos, igualados por el ajuar de nuestra penitencia. La túnica de cola será el símbolo de nuestra humanidad, de nuestra mundanidad, arrepentida; el esbelto capirote, nuestras ansias de ascender en busca de la divinidad; serán nuestras sandalias el mínimo calzado de peregrino y nuestro ceñidor, de austero esparto, el emblema cuaresmal que refrena nuestras pasiones.

El hábito nazareno nos iguala, nos sentimos cómodos con él. El hábito nazareno es, tal vez exageradamente, objeto de nuestra veneración. Vestirse ese hábito es todo un rito. No podemos sustraernos a su encanto. En el templo, es símbolo de pertenencia comunitaria. Parece que somos más cofrades con él puesto, igualados, esto es, hermanados en esa fraternidad que constituye nuestra esencia.
 
Desconfiad de los que “salen de nazarenos”. Imitad a los que son, a los que se sienten, nazarenos. En este caso, como en todos los relacionados con la vida cofrade, conviene evitar la superficialidad. Por supuesto, nazareno es la persona revestida con túnica en señal de penitencia en las procesiones de Semana Santa. Pero, nazareno también es, según el Diccionario de la Lengua, el “que profesa la fe de Cristo”. Estos son los nazarenos auténticos, aunque los otros se parezcan mucho a ellos.
 
Tiene el hábito de nazareno una impronta romántica insoslayable y con ella su carga de sentimentalismo. Pero no es este hábito, no de debe serlo, un refugio para la emotividad, el negro sudario de ritos vacíos, el pañuelo interminable para enjugar nuestras lágrimas fáciles. Si sólo fuera esto, se habría desvirtuado su papel, reducido al cosmos del fetichismo cofrade que tanto alimenta nuestros sentidos, pero tan poco aporta a nuestro espíritu.
 
Para mí el hábito nazareno tiene dos valores irrenunciables: la identidad cofrade y la coherencia de vida. Revestidos de nazareno fortalecemos nuestro sentimiento de identidad. Igualados en la vestidura manifestamos nuestra unidad. Uniformados de negro manifestamos nuestro espíritu penitencial. El hábito no hace al monje, y menos al cofrade, pero indica una pertenencia: somos miembros de una fraternidad viva, aún más somos y nos sentimos sólo de Él, de Jesús de Nazaret.
 
La identidad se conforma con la expresión, la coherencia exige acción. Para mostrar nuestra identidad bastaría con la medalla de la Hermandad o con la presencia del estandarte corporativo, para manifestar nuestra coherencia somos necesarios nosotros mismos. Sólo somos coherentes cuando nos ponemos en camino. Por eso, peregrinamos en estación de penitencia, por eso acompañamos a nuestros Sagrados Titulares por las calles, por eso sabemos que cada estación de penitencia es distinta a la anterior, es mejor, más completa, porque avanzamos, porque no nos limitamos a dar vueltas en círculo.
 
Entonces, el hábito nazareno se convierte en símbolo de nuestra vida. Lo que somos y lo que creemos, lo que pensamos y lo que defendemos brota a flor de piel. No somos una persona distinta el Lunes Santo, revestidos de nazarenos, a la del resto del año. Si así fuera, habríamos profanado esas vestiduras, don del cielo con el que nos sentimos hermanos. Tiene entonces el hábito nazareno un plus de heroicidad. Un predicador del Siglo de Oro llamó a la “Cofradía un ejército, las túnicas, unos arneses; los capirotes, unas celadas; los escudos, divisas”. No es el combate por el combate, sino la lucha interior con nosotros mismos. Revestidos de nazareno, se me antoja que expresamos libremente lo que aspiramos a ser. Después, la calle, la vida, la casa y el trabajo nos esperan para ponerlo en práctica.
 
El nazareno auténtico, aunque no se dé cuenta, va siempre revestido de nazareno. Hay algo inequívoco en él que todos son capaces de apreciar. Es nazareno los trescientos sesenta y cinco días del año y uno de ellos, el Lunes Santo por ejemplo, lo manifiesta revistiéndose el hábito, calzándose la sandalia, ciñéndose el esparto y cubriendo su rostro con anónimo antifaz. No hace falta pregonar nuestros nombres en ese momento. No tiene sentido. Todos somos uno, aunque ciertamente Él nos conoce por nuestro nombre. De nada serviría escondernos de Él.
 
Los hermanos y hermanas del Cristo de San Agustín llevan a gala el hábito nazareno. Con frecuencia nos enorgullecemos de él y contamos los avatares de nuestra vida por las estaciones de penitencia consumidas, nuestras perspectivas de futura por las estaciones que ansiamos realizar. Así es la identidad cofrade, así debe seguir siendo.
 
Participar en la estación de penitencia como nazareno es nuestro derecho y nuestro deber. Ser nazareno en nuestra vida es nuestra perpetua aspiración. Unidas las dos actitudes, de estar y de ser, alcanzaremos el sentido auténtico de nuestra vocación penitencial y confraternal. Se dice que nunca el hombre es más grande que arrodillado ante el sagrario. De igual manera, nunca el cofrade es más grande que revestido de nazareno.
 
Los símbolos son esenciales en el mundo cofrade en que nos movemos, la coherencia de vida es, sencillamente, imprescindible.
 
Así será una vez más este Lunes Santo. Los nazarenos, fluyendo hasta nuestra iglesia conventual, serán un caudal callado de devoción, el testimonio de que creemos en lo que hacemos y hacemos lo que creemos. Nos sentiremos grandes con Él, nos sentiremos pequeños con Él, que a todo da lugar la estación de penitencia, pero sobre todo nos sentiremos de Él.
 
Muchos hermanos y hermanas vendrán de lejos, muchos traerán de la mano a sus hijos, muchos concentrarán sus permisos para estar ahí, para testimoniar el sentimiento de unidad. Algunos lo hacen con gran esfuerzo físico, incluso económico –pues hay hogares con tres o cuatro nazarenos-, pero saben que ese esfuerzo habrá merecido la pena y que no quedará sin recompensa.
 
Por favor, que a nadie le pueda la pereza. Que nadie se autoexcluya de la gran ceremonia viva de la hermandad, cuando hecha cofradía, acompaña a Cristo por las calles, con un sencillo, profundo e inequívoco mensaje: “Él entregó su vida por mí, yo así lo creo, ¿y tú?”.
 
Provechosa estación de penitencia a todos.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Autor: Miguel Luis López-Guadalupe Muñoz
       

sábado, 15 de marzo de 2014

Vía Crucis en honor del Santísimo Cristo de la Clemencia

En la noche de hoy, sábado día 15 de marzo y segundo sábado de cuaresma, se realizará, Dios mediante, el piadoso Vía Crucis en honor del Santísimo Cristo de la Clemencia. El rezo comenzará  al término de la misa del quinto día del Quinario dedicado a nuestro titular. Podrán participar en el acto, portanto su cirio, aquellos hermanos, devotos y feligreses que lo deseen. Para darle mayor solemnidad al acto, y siguiendo la línea adpotada por nuestra hermandad, rogamos que acudan con traje y corbata oscura, los varones, y con traje oscuro las mujeres.
 
El itinerario del Vía Crucis será por las calles de la feligresía de la Parroquia de San Miguel, teniendo su su salida desde la Iglesia Hospital de San Jacinto (Los Dolores), sobre las 20:15 y realizando el siguiente recorrido: Plaza de Capuchinos, Bailío, Carbonell y Morand, Plaza del Cardenal Toledo, Obispo Fitero, Conde de Torres Cabrera, San Zoilo, San Miguel, Ramírez de Arellano, Osario, Burell y Plaza de Capuchinos.



jueves, 6 de marzo de 2014

Reparto de Túnicas y papeletas de sitio 2014

Estimados hermanos,
 
Os recordamos, ante la proximidad de las fechas, que el reparto de túnicas y papeletas de sitio para la Estación de Penitencia del presente año se ajustará al calendario que aparece más abajo.
 
Desde la Diputación de Estación de Penitencia rogamos que sean respetuosos con las fechas y horarios estipulados, con el fin de agilizar y facilitar el trabajo del reparto de túnicas a los hermanos que se encarguen de ello.
 
Agradeciendo de antemano vuestra atención y consideración, recibid un abrazo en Cristo y María Santísima.



miércoles, 5 de marzo de 2014

22 de marzo: Peregrinación a la Basílica de la Esperanza Macarena (Sevilla)


Logotipo Año Jubilar Macareno / MJ RODRIGUEZ RECHI
Estimados hermanos.

Este año se celebra el L aniversario de la Coronación Canónica de María Santísima de la Esperanza Macarena de Sevilla. Con tal motivo, la Santa Sede ha concedido un Año Jubilar, en el que la peregrinación a la basílica, junto con una serie de requisitos, permiten obtener la indulgencia plenaria. 
 
Nuestra hermandad ha organizado una peregrinación con tal motivo que está abierta a todos los hermanos. Tendrá lugar el próximo sábado 22 de marzo.

El programa de la peregrinación sería el siguiente desde la llegada a Sevilla:
- Llegada de nuestra hermandad a la basílica, donde seremos recibidos en el atrio por la Hermandad de la Macarena. Ofrenda Floral a los titulares de la cofradía..
- 11,30 h. Visita al Museo de la Macarena (opcional) (2 €)
- 13,00 h. Eucaristía en la Basílica
- Entrega de diploma a nuestra hermandad
- Subida al camarín de la Esperanza Macarena.
- Tiempo libre para visitar Sevilla. La hora de salida para Córdoba será sobre las 20 horas.


Para la entrada al museo, han establecido un precio especial de 2€ que se destinan a la bolsa de caridad de la Hermandad de la Macarena. Este precio es inferior al de la entrada normal. Pero, como indicábamos antes, es opcional.

Asimismo, ofrecen la posibidad de entregar un diploma conmemorativo a aquella persona que lo desee, personalizado con su nombre y apellidos. El precio sería de 2 €.

Estas dos opciones son voluntarias, por lo que si estáis interesados en entrar al museo, obtener el diploma o ambas cosas, debéis indicárnoslo con la suficiente antelación a fín de comunicárselo a la Hermandad de la Macarena.

El precio del transporte dependerá del número de asistentes, pues existen dos opciones:
- Bus de 27 personas. El precio sería de 15 €
- Bus de 55 personas. El precio sería de 10 €

A este precio habría que añadir 2 ó 4 euros, respectivamente, si quieres entrar al museo o bien entrada a museo y entrega de diploma personalizado. SI no queréis entrar al museo ni diploma el precio es sólo el del transporte.

Hemos puesto como fecha tope para apuntarse el próximo miércoles 12 de marzo. Rogamos que aquellos que estéis interesados respondáis a este mail o bien al teléfono de la persona encargada (Alvaro Sánchez 669-618955)

Sin más, recibe un fraternal abrazo en Cristo y María Santísima



Convocatoria de Cultos: Quinario al Stmo. Xto de la Clemencia

Estimados hermanos:
 
Os adjuntamos convocatoria de cultos del Quinario que en honor de nuestro titular el Santísimo Cristo de la Clemencia, tendrá lugar D.M. durante la próxima semana, concretamente del martes 11 al domingo 16.


 
Asimismo, os informamos especialmente que el sábado 15 tras la Eucaristía de Quinario, tendrá lugar el Solemne Vía Crucis con la imagen del Santísimo Cristo de la Clemencia, por las calles de la feligresía. Os pedimos encarecidamente vuestra asistencia al acto y os rogamos que para darle mayor solemnidad acudáis con traje oscuro y corbata oscura los varones o con traje oscuro las mujeres, para portar un cirio o bien para portar a nuestra bendita imagen titular.
 
Sin más, recibid un fraternal abrazo en Cristo y en María Santísima

Estreno en el inicio de la Cuaresma: Nueva Web

Estimados hermanos y amigos,
 
En el día en que celebramos el inicio de la Cuaresma, queremos también compartir con vosotros otro nuevo inicio: el del estreno de la remodelada web Oficial de nuestra hermandad.

 
Pretendemos utilizar todos los resortes que las nuevas tecnologías ponen a disposición de sus usuarios, para potenciar y favorecer la comunicación directa de la hermandad con sus hermanos y allegados. Asimismo fomentar la devoción y el culto al Santísimo Cristo de la Clemencia y a Nuestra Señora de los Dolores, entre todas aquellas personas que nos visiten.
 
Como viene haciendo, desde hace unos meses, esta Corporación, está dedicando esfuerzo e ilusión en este proyecto, para que esta nueva página, junto con su blog y su presencia en redes sociales, se convierta en uno de nuestros soportes de comunicación fundamentales .
 
La hermandad de los Dolores desea que esta página web se convierta en una de las herramientas de acceso a la información más utilizada por todos nuestros hermanos y amigos, y también por todo aquel que desde la distancia quiera acercarse a conocernos.
 
Os damos la bienvenida a partir de ahora a la nueva y remodelada Web Oficial de la Hermandad de los Dolores de Córdoba.
 
Desde la hermandad os deseamos a todos un feliz Miércoles de Ceniza y entrada en la Cuaresma.
 

martes, 4 de marzo de 2014

Boletín nº 32 de la hermandad (año 2014)

Estimados hermanos y amigos todos en Cristo y María Santísima, 
 
Ya podéis ver y descargar el boletín nº 32 de la Real Venerable e Ilustre Hermandad Servita de Nuestra Señora de los Dolores Coronada y del Santísimo Cristo de la Clemencia, haciendo click en el enlace que aparece más abajo. 

Boletín nº 32 (Año 2014) 

 

Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma

Estimado Hermano.  
Mañana es miércoles de ceniza. Deseamos que este tiempo litúrgico que hoy comienza y que nos llevará a la celebración de la Pasión, Muerte y Resurreción de Nuestro Señor Jesucristo, sea un verdadero tiempo de preparación para los misterios pascuales que van a venir.
Para comenzar, mañana a las 19,30 horas, tendrá lugar la misa de imposición de la ceniza, en nuestra Iglesia Hospital de San Jacinto, a partir de las 19,30 horas. Te invitamos a acudir a este acto.
Te incluimos un poema de nuestro hermano Pablo García Baena, dedicado a la cuaresma.


CENIZA
(García Baena, Pablo)
Al P. Gerardo de Jesús, C.D.
 
Otra vez tu ceniza, Señor, sobre mi frente...
Polvo soy que algún día volverá hasta tus plantas.
Polvo en la muerte y polvo ahora que aún vivo
perdido entre la arcilla blanda de tu universo.
Otra vez la ceniza ardiente como ascua
que estalla en el volcán de tu amor implacable,
lucha por derribar, por abatir en Vida
la altiva barbacana que levanta sus muros
en la ciudad confusa de mi alma.
Otra vez la ceniza llamando está en la puerta de mi frente
con arrullo o con látigo,
ahora que el deseo me asfixiaba en la sombra de su gran lirio negro,
ahora que en mi tacto se disipaba el mundo como un vaso quebrado,
un mundo donde abren sus corolas violentas los senos de las vírgenes,
un mundo que no cree en los antiguos dioses,
pero adorna su ara con verbena olorosa
y se engaña pensando que el viento entre la hierba
es la pezuña ágil del sátiro que baila.
Pero has llegado Tú, y aunque es primavera he de cerrar los ojos.
No podré recordar ni siquiera estos días
tibios y embriagadores como un vino vertido de turbadoras ánforas
y de todo mi cuerpo ahuyentaré aquel vaho que me ahoga,
el humo sofocante de una mirada
que arde con la llama azul de los espinos quemados en la sierra,
cuando el pastor descansa su cabeza en el báculo.
Y mis manos, que se placían en el halago dulce de los azahares,
que se ataban a otras manos
como se atan en la canastilla de la Purificación la paloma o la tórtola,
podrán sólo enlazarse a la espiga, a la llaga,
acariciar la moneda que se da a los mendigos cuando nadie nos mira,
crisparse sobre la madera del confesionario
cuando, rodilla en tierra, los labios van alzando las cortinas del alma;
o subir como llamas implorantes hasta tu cielo,
como lenguas rosadas de aquellos animales
que en el circo lamían la sandalia del mártir.
Subirán a tu cielo como el perro que teme
y confía y se arrastra delante de su amo,
subirán a tu cielo suplicando que anegues
en tu ceniza viva todo incendio que se levante en mí
y que tu lava arrase mis mármoles paganos,
la púrpura soberbia de mis templos,
los plintos florecidos de mis deseos,
aun cuando en las almenas de las torres
haya arqueros que apresten contra Ti sus aljabas
y la sangre hierva por mi cuerpo
como un hormiguero aplastado en el camino.
 

 
                                                                                                                       
Sin más, recibe un fraternal abrazo en Cristo y en María Santísima