jueves, 21 de mayo de 2015

Lámina de dibujo de Ntra. Sra. de los Dolores

Queridos hermanos y amigos,

A través de las redes sociales nos ha llegado la petición de una gran cofrade y devota de Ntra. Sra. De los Dolores, de compartir con todos vosotros un trabajo suyo que ha hecho en los últimos dias en los que la Virgen ha sido el centro de atención de todas nuestras miradas al celebrarse el 50 aniversario de la coronación pontificia de Ntra. Sra. De los Dolores.

La autora de dicho trabajo es la cordobesa de 22 años Ángeles Lara, estudiante de la Escuela Superior de Arte y Oficios de Córdoba. El soporte empleado para realizar el dibujo es una lámina granulada en formato DIN A4 y se ha aplicado la técnica del grafito y carboncillo.


Desde estas lineas queremos felicitar y agradecer a Ángeles Lara por su trabajo y animarla a que siga perdiéndose en el doloroso pero a la vez consolador rostro de la Señora de los cordobeses.

In domina nostra.

viernes, 8 de mayo de 2015

Jornada de oración, participación y ayuda tangible en defensa y protección de nuestros hermanos perseguidos en Irak


Estimados hermanos,

Diferentes Asociaciones y grupos cristianos de Córdoba, atendiendo a las intenciones del Papa Francisco que el 6 de Abril, lunes de Pascua, nos dijo “…Debe continuar por parte de todos el camino espiritual de oración, oración intensa, de participación concreta, de ayuda tangible en defensa y protección de nuestros hermanos y hermanas perseguidos, exiliados, asesinados, decapitados por el solo hecho de ser cristianos. Ellos son nuestros mártires de hoy… ¡y hay tantos!...” nos ponemos en movimiento con un encuentro solidario este 17 de Mayo en las Ermitas ¡Acude! podrás ser participe desde el principio de algo grande. El dinero que aportes en la Santa Misa y en el aperitivo ira directamente para la ayuda de la Iglesia en Irak. 

Los organizadores de esta esta iniciativa, han comentado a nuestra hermandad que esos cristianos  perseguidos están siendo refugiados actualmente en el Líbano. Todas sus casa, pueblos, ciudades, familias... ha sido destrozadas y no les queda nada.

Desde la hermandad de los Dolores queremos unirnos a esta iniciativa e invitamos a todos nuestros hermanos y devotos a participar y colaborar con dicho fin solidario. También os invitamos a dar difusión al evento en vuestros grupos de amigos, en el trabajo, en redes sociales,... Para que seamos los máximos posibles los que colaboremos con tan merecida y justa causa.  

Jesús dijo: "He venido para servir y no a ser servido" (Mt 20,28). También nosotros estamos en este mundo para servir y no para ser servidos, "Quien no vive para servir, no sirve para vivir", decía Madre Teresa de Calcuta.  Nuestros hermanos  de Irak, necesitan de nuestra ayuda y de nuestro amor porque "Quien ama a Dios, ame también a su hermano" o dicho de otra manera, quien recibe a Jesús en el hermano, recibe a Dios.

Esperamos contar con vuestra oración, ayuda o colaboración, y que Cristo bendiga a todos sus hijos y que Nuestra Madre y Señora nos siga amparando bajo su manto protector.

In Domina Nostra.

Historia del manto de las Palomas (III)

Comienzan en aquel mismo momento los preparativos creándose una comisión para que visitase al obispo Sebastián Herrero y Espinosa de los Monteros y solicite el correspondiente permiso. Se delega en Ángel Redel para la reparación “con la mayor economía posible” de los candelabros del paso . Diez días después se hace público el itinerario que seguirá la procesión: Capuchinos, calle de Torres-Cabrera, plaza de Capuchinas, Alfonso XIII, García Lovera, Letrados, María Cristina, Claudio Marcelo, Ayuntamiento, plaza del Salvador y cuesta del Bailío. La hermandad, debido al estreno multitudinario del manto y aconsejada quizás por Redel prohíbe “arrojar flores al paso de la sagrada imagen para evitar deterioro en el magnífico manto de terciopelo azul que lucirá por primera vez en la calle” . Al tantas veces citado vecindario debió parecerle ridículo el recorrido propuesto, por lo que la hermandad se vio en la obligación de ampliarlo, quedando de la siguiente manera: Capuchinos, Torres-Cabrera, San Zoilo, San Miguel, Mármol de Bañuelos, Alfonso XIII, García Lovera, Letrados, María Cristina, Claudio Marcelo, Ayuntamiento, plaza del Salvador, San Pablo, Barberos, Álamos, Juan Rufo, Alfaros y cuesta del Bailío .


El Domingo de Ramos, 3 de abril de 1898, a las cinco de la tarde, se ponía en marcha la procesión extraordinaria que no tenía otro objetivo que lucir el manto de las Palomas. Abrían el cortejo los batidores a caballo de la Guardia Municipal, seguidos de los acogidos en el Asilo de Mendicidad, estandarte de la hermandad, cofrades de los Dolores, Santa Cruz y el paso de la Virgen. Tras él marchaba una comisión del Ayuntamiento presidida –cómo no- por el teniente de alcalde Abdón Usano, padre de la causa; una sección de la Guardia Municipal y la banda de música del Ayuntamiento. La procesión volvió a San Jacinto bien entrada la noche .

Usado también en Viernes Santo



Esta salida extraordinaria de la Virgen de los Dolores en Domingo de Ramos, día en el que la congregación servita hacía estación de penitencia desde su fundación hasta la llegada uniformadora del decreto de Trevilla, haría que se volviera a pensar en este día para realizar otra salida procesional distinta a la del Viernes Santo, con el manto de las Palomas, y poder así recorrer diversos barrios de la ciudad. Pero mientras llegaba la holgura económica que lo permitiera se buscó la fórmula intermedia de procesionar en Viernes Santo con el manto azul en años alternos, algo que en aquellos años primiseculares no causó el escándalo que hoy, al parecer, puede originar. Pero hubo que esperar casi dos décadas para el restablecimiento de la procesión del Domingo de Ramos, manto de las Palomas incluido como requisito imprescindible, según acuerdo de la Junta General de hermanos . Esta singular procesión se mantuvo hasta 1921, llegando a barrios diversos como San Agustín o San Pedro y con un cortejo formado exclusivamente por mujeres. Tras este periodo, el manto azul volverá a lucirse, como atavío procesional de la Virgen de los Dolores, en algunas de las salidas extraordinarias, como las de la Coronación Canónica en 1965, entre otras.

Los poetas y el manto


Como se ha visto, desde el estreno de este manto en 1897 el pueblo de Córdoba lo acogió inmediatamente, singularizándolo del resto y bautizándolo con el sobrenombre de las Palomas. La popularidad de esta destacada pieza del ajuar de la dolorosa servita encontró rápidamente eco en la voz de los poetas. En el mismo año en que se concluía su bordado, Enrique Redel, sobrino del capellán del Hospital de San Jacinto, escribía el poema ‘La Virgen de los Dolores de Córdoba’ en el que decía que

“Con más flores de oro que
estrellas luce el cielo
refulge tu manto azul de rico terciopelo”

Curiosamente, diez años más tarde, el mismo autor publica en su libro ‘La lira de plata’ la ‘Plegaria a la Virgen de los Dolores’ en la que habla del manto y, sin saberse el motivo, sustituye las palomas por estrellas, confundido acaso por el manto que regalara el obispo Alburquerque en 1865:

“mi cielo, Madre
de los Dolores, 
es tu azul manto lleno de estrellas
de albos fulgores”

Poco después, en 1910, Guillermo Belmonte Müller compone el soneto ‘Al paso de la Virgen de los Dolores’ en el que afirma que:

“Llevas el manto azul de terciopelo
donde blancas palomas en tu duelo
te dan compaña con las alas quietas”


Es ésta una pequeña selección de los poetas que han cantado a la Virgen de los Dolores de Córdoba haciendo mención del manto de las Palomas. En esta muestra no podían faltar los prolíficos hermanos Arévalo García. Francisco, dentro de su más peculiar estilo, incluye en su libro ‘Córdoba, cárcel de amor’ de 1931 el poema ‘Nuestra Señora de los cordobeses’ en el que establece el siguiente paralelismo:

“La Virgen de los Dolores
tiene un manto de palomas
y tú lo tienes de flores
cuando a la reja te asomas”

Antonio Arévalo, por su parte, introduce el asunto que nos ocupa en el mismo título del poema. Se llama ‘Las palomas de la Virgen’ y dice que

“Las palomas de tu manto
son las que te dan consuelo,
ellas enjugan tu llanto
y suben contigo al cielo”.


Jesús Cabrera
Córdoba Cofrade, nº 54, septiembre 1997

jueves, 7 de mayo de 2015

Mañana se bendecirá el nuevo llamador del paso de la Virgen de los Dolores

En el transcurso del triduo que se celebra en la Santa Iglesia Catedral, a las 20:30 horas, con motivo del cincuentenario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de los Dolores se bendecirá mañana viernes el nuevo llamador que la cuadrilla de costalero ha sufragado como regalo a nuestra titular en este aniversario.

El oficiante será fray Javier Mª Vadillo, delegado para España de la Orden de los Siervos de María (Servitas), a quien le corresponde presidir este día del triduo en representación de la orden religiosa a la que desde hace tres siglos está vinculada esta hermandad de San Jacinto.

Este nuevo llamador se ha realizado a iniciativa de la cuadrilla de costaleros y su diseño corresponde al imaginero Luis Agudo y Carlos María Vázquez. La realización ha corrido por parte de Orfebrería Giralda, mientras que el relieve central ha sido modelado por Luis Agudo.

La concepción del llamador está inspirada en diversos elementos relacionados con la hermandad de los Dolores y en el mismo destaca un relieve en el que dos angelotes sostienen dos símbolos muy relacionados con los servitas, como son el escapulario y el corazón con las siete dagas. Esta escena tiene por fondo la cuesta del Bailío, con la espadaña de San Jacinto, el azulejo de la Virgen de los Dolores y su característica buganvilla. En la base del mismo figura en relieve la primera frase de la secuencia escrita por Jacopone da Todi -”Stabat Mater Dolorosa”- que simboliza la soledad de María al pie de la cruz.

Historia del manto de las Palomas (II)

Si la hermandad era la encargada de la organización de los cultos de Cuaresma, el Hospital hacía lo propio en los de septiembre. Era en éstos en los que el incansable Ángel Redel desplegaba su amplia capacidad creativa decorando no sólo el altar mayor y el camarín de la Virgen con profusión hoy inimaginada, sino exornando de manera fastuosa la totalidad de la iglesia en un modo que no ha sido superado todavía, tal y como nos describen minuciosamente las crónicas.



El capellán había logrado su objetivo. Durante todo el septenario no cupo un alfiler en la iglesia del Hospital de San Jacinto. La afluencia de fieles y devotos fue tal que hubo que anunciar que en los cultos “no se permitirá entrar en la iglesia más sillas que las de mano y los catrecillos, a fin de evitar el abuso que viene cometiéndose en la puerta de los templos donde se celebran ciertos cultos, con el continuo entrar y salir de las personas que alquilan los muebles referidos” . Además, en el “espléndido lunch” que aquel año siguió a la anual fiesta del Colegio de Abogados, Ángel de Torres y Gómez recordó a Ángel Redel que “el año anterior, y con motivo de la celebración de la misma fiesta, hizo presente la necesidad de que, de acuerdo con el señor obispo de la Diócesis, se abriera una suscripción pública con objeto de que pudiera llevarse a cabo la ampliación del templo que, dijo, era muy reducido para encerrar entre sus muros a la imagen de la Virgen de los Dolores
por la que el católico vecindario de Córdoba siente en todas las épocas grande fe, demostrada en el extraordinario culto de veneración que a todas horas se observa en su iglesia” .

Descripción del manto


Según dejara escrito el propio Ángel Redel, él fue el autor de la traza del manto y de la saya, siendo ambas piezas bordas por la monja servita sor Catalina del Espíritu Santo Angulo, ayudada por Rafaela Barbudo, viuda de Otero. Reconoce que se tardó en su realización un total de 18 meses invirtiéndose 133 onzas de oro con 15 adarmes en hilo de oro. El coste total, descontando el terciopelo, que fue donación de Encarnación Barrionuevo, viuda de Calzadilla, fue de 10.299 reales con 48 céntimos, añadiendo Redel que “su valor es de mucho más alto precio, toda vez que no se ha incluido la mano de obra y su dirección y dibujo, todo de más costo que los materiales”. Esta cantidad fue cubierta gracias a una suscripción popular restringida. La familia de otra monja, sor Visitación, costeó la saya en su integridad .

El color que actualmente vemos en el terciopelo de este manto no es el original. Éste era mucho más claro, entre celeste y turquesa –como figura en algún inventario- y se perdió cuando se restauración en 1965 para la Coronación Canónica, pasándose el bordado a otro terciopelo más oscuro y de inferior calidad . 

Al seguir en vigor el famoso decreto del obispo Trevilla, la Semana Santa de Córdoba se organizaba en esta época por una comisión municipal en la que participaban representantes de las hermandades. Estamos en la Cuaresma de 1898, el momento en el que Córdoba, al igual que el resto de España, se estremece con las desalentadoras noticias que llegan de Cuba tras la voladura del Maine. En este año el presidente de dicha comisión era Abdón Usano, miembro a su vez de la cofradía de los Dolores. Éste expuso, en sesión ordinaria de la Junta de Gobierno del 15 de marzo de dicho año, que la mencionada comisión municipal abrigaba el pensamiento de que la Virgen de los Dolores hiciera estación el Domingo de Ramos “en cuyo solemne acto podría lucir el nuevo y magnífico manto recientemente construido interpretando así el deseo de la comisión junto con el vecindario”. El hermano mayor, Joaquín Velasco, agradece la intención y lamenta que “sería imposible acceder al menos en el presente año a tan laudable propósito porque para sacar a la Santísima Virgen en procesión se necesitaba hacer un gasto muy superior a lo que los escasos fondos pudieran producir”, respondiéndole Usano que el Ayuntamiento estaba dispuesto a subvencionar a la hermandad con 250 pesetas, cantidad que ésta aceptó .


Jesús Cabrera
Córdoba Cofrade, nº 54, septiembre 1997

miércoles, 6 de mayo de 2015

Historia del manto de las Palomas (I)

Es común que en los ajuares de las imágenes marianas de mayor devoción haya piezas predilectas que sus devotos bautizan con nombres populares. Estas nominaciones tienen su justificación en el nombre del donante o en elementos destacados en el bordado de la pieza. Éste es el caso del manto de las Palomas de la Virgen de los Dolores, un manto que pese a lucirse poco en la calle en las últimas décadas goza aún del favor de los cordobeses.




Aunque en septiembre de 1896, con motivo del septenario de los Dolores Gloriosos, se pudieron admirar los primeros e incipientes bordados de lo que sería el manto de las Palomas, hasta un año después no se dio éste por concluido. Por tanto, en septiembre de 1897 se presentó esta destacada obra del bordado cofrade cordobés.

El manto de las Palomas es una de las piezas que en los años finales del XIX diseñara, encargándose de su financiación y ejecución, el capellán y administrador del hospital de San Jacinto, el sacerdote Ángel Redel Sánchez. Entre otros elementos que salieron de su mano creadora destacan los visos y frontales de sagrario repujados en plata, la corona de diario y el actual retablo mayor de la iglesia, la aportación quizás menos afortunada del mencionado presbítero y que sustituyó al retablo original del segundo tercio del siglo XVIII. Ángel Redel es también el autor de la disposición actual del tocado de Nuestra Señora de los Dolores; “el respeto por esas formas debe ser el eje principal en el ornato de la sagrada imagen”, afirma un contundente Pablo García Baena .

Este eje principal al que alude el poeta pasa, sin lugar a dudas, por el negro como color exclusivo en el atavío de la dolorosa que se venera en San Jacinto. Trens afirma que “el color negro, como reflejo de dolor y pena, no se aplica a la Virgen hasta época y reciente y con toda impropiedad” aunque en este caso, la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, obra de 1719, viste del enlutado color desde sus inicios , siguiendo la tradición, tan barroca como española, recogida de forma documentalmente impecable en el libro ‘La Virgen de luto’ . Pese a esta circunstancia, la aparición hace casi 120 años del manto de las Palomas, realizado en azul con saya compañera en color rojo, fue acogida de buen grado por todos, quizás porque ambos colores son los utilizados con mayor frecuencia por la iconografía mariana, dolorosa y letífica, en la historia del arte.

A buen seguro que el capellán Redel no podía esperar a la finalización del bordado para dar a conocer, aunque sólo fuera en parte, el trabajo que dirigía. Por este motivo, en el septenario de los Dolores Gloriosos de 1896, como ha quedado dicho, mostró su obra a medio concluir para calibrar el efecto que causaría. Así, la prensa de la época refleja que en dichos cultos “la soberbia efigie de la Virgen, vestida con nuevo y riquísimo manto bordado en oro sobre fondo azul y delantal rojo y oro, aparece majestuosa en su amplio camarín” .

Preparando su exhibición


Al ofrecer esta prueba resultados positivos, Ángel Redel sueña ya con el estreno definitivo del manto y comienza a tocar las fibras necesarias en la sociedad cordobesa para estimular la celebración de este acontecimiento. A comienzos de 1897, en la Junta General de la hermandad, el secretario, Alejandro Ruiz Delgado, expone que “según tenía entendido, por parte del Hospital se pensaba sacar en procesión en la fiesta de los Dolores Gloriosos a nuestra venerada Imagen para que luciera en manto nuevo que de limosnas le han hecho”. Advertida la cofradía de las intenciones del capellán, ésta hace valer sus legítimos derechos de propiedad sobre la imagen que acababan de ser, una vez más, ratificados por el Obispado tras un reciente conflicto con el Hospital, y acuerda que sea Ángel Redel quien lo solicite por escrito al hermano mayor “y de este modo se reconocerá el derecho que la hermandad asiste” .

Pasa la Cuaresma y la Semana Santa de 1897 sin novedad alguna hasta llegar a septiembre de este año, el momento esperado en el que el manto y la saya, totalmente concluidos, colmarían la expectación creada. La prensa, alentada acaso por el incansable Redel en los días previos al septenario, caldea el ambiente ponderando la obra y anunciando que “si las grandes dimensiones del manto lo permitieran, quizá se expondría en el escaparate de alguna casa de comercio desde donde pudiera apreciarse por todos el valor artístico del mismo y la riqueza y gusto de su confección” , desconociéndose si esta iniciativa llegó a cuajar.

La desarrollada capacidad de lo que hoy se conoce como mercadotecnia ejercida por Ángel Redel no para aquí. Días después, el mismo periódico publica un curioso suelto cargado de opinión, algo muy común en la prensa de la época: “Celebrándose el domingo próximo los Dolores gloriosos de María, estrenará en su solemne septenario la devota imagen el hermoso y rico manto de que nos hemos ocupado y el vecindario desearía que la noche del sábado se celebrara una velada en la plaza y calles inmediatas en honor de dicha imagen, de la favorita devoción de Córdoba. ¿Sería tan amable el señor alcalde que enviara la música municipal y mandara colocar los adornos propios de estas veladas? ¿Tendría las empresas del Gas y de Casillas la bondad de dar la oportuna iluminación extraordinaria? El vecindario, que conoce la devoción y buenos deseos de la autoridad local y de dichas empresas tiene la seguridad de que no dejarán de prestarse a estas buena obra .


Jesús Cabrera
Córdoba Cofrade, nº 54, septiembre 1997

sábado, 2 de mayo de 2015

La Virgen de los Dolores portará el mismo pañuelo que lució en los actos de su coronación canónica



La imagen de Nuestra Señora de los Dolores volverá a portar en los actos conmemorativos de su Coronación Canónica el mismo atavío que lució aquel 9 de mayo de 1965, en el que destaca, aparte de la corona realizada por Rafael Peidró, el manto de las Palomas de 1897 y la conocida como saya del Espíritu Santo, de la misma época.

Entre los regalos que recibió hace ahora 50 años destaca uno más por la historia que encierra que por su valor material o artístico. Al conocerse que la venerada imagen de la cofradía servita había recibido de la Santa Sede el alto honor de la Coronación Canónica, las alumnas de las clases nocturnas de la Escuela Hogar que las Damas de la Asunción de Nuestra Señora tenían en la Electromecánicas idearon regalarle un pañuelo para que lo portara ese día. 

Este centro docente era complementario a las escuelas de primaria existentes en dicha barriada para los hijos de los trabajadores de la Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas (Secem) y fueron las alumnas que prolongaban su formación en materias complementarias a las académicas las que se pusieron mano a la obra.
El pañuelo está realizado en la técnica conocida como calado mallorquín y fue entregado en las vísperas de la Coronación Canónica por las alumnas María Teresa Anaya Ortiz y Encarnita Cuevas Parejo, acompañadas por la superiora de las asuncionistas, la madre Pilar de la Fuente Grisaleña.