domingo, 5 de enero de 2014

La fuente de la devoción

La fuente de la devoción

POR L. M. / Córdoba
 
La fuente de la devoción
Foto: Archivo
 
La Señora de Córdoba, la imagen más venerada de la ciudad, resume siglos de religiosidad popular cordobesa
 

Fiel a su compromiso con la Semana Santa y las cofradías de la ciudad, ABC Córdoba ha querido ofrecer a sus lectores la posibilidad de tener en casa, de una forma tan fidedigna como hermosa, una reproducción de la Virgen de los Dolores sobre su pasos. Sus hermanos y sus innumerables devotos, repartidos por toda la ciudad, no dudarán en reunir cada día las piezas que les permitirán reunir esta valiosa reproducción en metal, estampa en tres dimensiones de lo que se disfruta en la calle cada tarde de Viernes Santo.
 
 
Aunque se centre en una imagen concreta, se trata en realidad de un homenaje a la Semana Santa de Córdoba representada en su imagen más venerada, aquella que ha marcado la devoción durante siglos y a la que ha dado culto la corporación más importante.
 
 
No en vano, y a despecho de todos los cambios a lo largo de las décadas, la imagen de la Virgen de los Dolores es inmutable y también su presencia en el Viernes Santo de la ciudad. Su devoción nació en el siglo XVIII, creció durante el XIX y se terminó de popularizar en el XX, con dos fechas clave en el calendario de cada año: el Viernes de Dolores y el Viernes Santo. El primero es el día en el que sus devotos, por miles siempre, acuden a venerarla en el hospital de San Jacinto. Es la culminación de su septenario y el día grande en la casa, la cita a la que nunca falta una larga cola de devotos que sale de la plaza de Capuchinos. Todo ante la imagen que labró Juan Prieto en 1719, una bella talla pálida que de inmediato conquistó el corazón de los cristianos cordobeses y cuyo amor pasó de generación en generación.
 
 
El Viernes Santo, la imagen devuelve a los suyos la visita. Tiempos hubo en que también salió el Domingo de Ramos en procesión gloriosa, pero la que quedó para la posteridad fue la de presidir el sepelio de su Hijo. Con la formación de la procesión oficial del Santo Entierro, la Virgen de los Dolores pasó a ser la última imagen, a modo de Soledad, lo que favoreció su devoción popular en toda la ciudad. Su presencia en el aire quieto del Viernes Santo es una constante en la última tarde de la Semana Santa, casi tanto como una estampa que apenas se ha modificado con el paso de los años: el rostrillo enjoyado, la forma del manto y la disposición del paso sin palio.
 
 
El 9 de mayo de 1965 se coronó canónicamente a la Virgen de los Dolores por decreto del Papa Pablo VI, en una jornada histórica para la religiosidad popular cordobesa que pronto cumplirá medio siglo, y que muchos recuerdan todavía como si hubiese pasado ayer.
 
 
Toda una estampa única y llena de sabor cordobés, plasmada en imágenes antiguas con pocas variaciones respecto a lo que se ve hoy, y que los lectores de ABC Córdoba podrán tener en casa, como si todos los días fuese Viernes Santo y estuviese la presencia eterna de la Virgen de los Dolores por las calles.
 
Fuente: Diario ABC - Edición Córdoba - 05/01/2014