El pasado viernes quedó firmada la
terminación de obra relativa a la edificación de donde salen los pasos
procesionales de la
Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores y del Santísimo
Cristo de la Clemencia ,
obra promovida por el Obispado de Córdoba y financiada por nuestra hermandad,
cuyo destino es de uso religioso (venerar a nuestros Sagrados Titulares en su
traslado y cuando acaezcan circunstancias meteorológicas adversas, actividades
pastorales y de apostolado en sus diversas modalidades). De todos los detalles
del proceso seguido se dio detallada cuenta a los hermanos que asistieron al
Cabildo General del pasado 30 de marzo.
La parcela donde se
ha edificado está incluida en el Plan Especial de Protección del Conjunto
Histórico de Córdoba y Catálogo, aprobado definitivamente en mayo de 2003, pero
pergeñado algunos años antes. Dicho Plan Especial llegó a definir los
condicionantes urbanísticos para el lugar en que se halla sita la parcela donde
se ha edificado, como es el entorno de la Plaza de Capuchinos. De hecho la parcela quedó
catalogada en ese planeamiento, situación inédita en las costumbres de
catalogación, solo dedicadas a lo construido con valor patrimonial. La construcción,
pues, ha tenido que partir necesaria e ineludiblemente de la total discreción y
acomodo en su construcción, tanto en uso como en conformación urbana.
Está incluida como
equipamiento religioso, para el desarrollo de actividades pastorales y de
apostolado. La ficha de actuación del
espacio libre AV1 (Plaza de Capuchinos) del Plan Especial de Protección del
Conjunto Histórico también es de aplicación sobre la parcela que nos ocupa en
los aspectos de recuperación ambiental.
La altura de los pasos procesionales, concretamente el
del Santísimo Cristo de la
Clemencia , hizo inviable la construcción de una segunda
planta y la consiguiente tramitación del expediente en las condiciones
previstas para los Edificios Singulares (art. 36 PEPCH), ya que se trata de una parcela con calificación
de equipamiento en la que se tuvo que proponer una solución arquitectónica
especial, por las características funcionales requeridas, cumpliéndose además
con las condiciones de alineación e imagen urbana. Por eso, la edificación
tiene una sola altura y la misma se asimila obligatoriamente a la prevista en
la ficha de catálogo, de manera que dicha altura es análoga a la del Hospital
de San Jacinto en la crujía Oeste, cumpliéndose también la identidad de altura
exigida respecto de la galería o crujía Norte con la de la nave corrida del
Convento de los Padres Capuchinos, lo que se resuelve con la misma
materialidad. Todo ello con estricto cumplimiento a la normativa urbanística
vigente.
La crujía Norte se convierte en galería abierta al patio
de entrada, con una estructura adintelada con apoyo intermedio, en evocación de
las galerías del patio cordobés. En el lindero este, con vistas a la Plaza de Capuchinos, se ubica
un ciprés y una buganvilla.