miércoles, 28 de enero de 2015

Presentada la solicitud para la concesión de la medalla de oro de la ciudad

          La Real, Venerable e Ilustre Hermandad Servita de Ntra. Sra. de los Dolores y del Santísimo Cristo de la Clemencia de esta ciudad, depositaria y fiduciaria de la intensa devoción popular a la Stma. Virgen de los Dolores, a través de su junta de gobierno en el año en que celebramos el L Aniversario de la Coronación Canónica Pontificia (santo Padre Pablo VI), ha solicitado oficialmente mediante registro de entrada en el Excmo. Ayuntamiento de Córdoba, la Medalla de Oro de la Ciudad, ante el sentir de miles de fervorosos fieles cordobeses que con sus firmas han querido dejar patente, que la Señora es un patrimonio religioso pero también un patrimonio de la ciudad, que ha ido conformándose durante más de tres siglos de intenso amor y devoción incondicional e indefectíblemente unido  al devenir de la sociedad cordobesa.
 
 
Imagen el último besamanos celebrado en 2010
 
 
          Nombrar a la Virgen de los Dolores es nombrar a Córdoba y no se puede entender Córdoba sin su Virgen de los Dolores, por todo ello, la hermandad quiere hacer un llamamiento a tantas generaciones de devotos y hermanos que han recibido el legado mariano de adhesión absoluta a la "Madre de todos los cordobeses", para devolverle a Ella, en justo reconocimiento y gratitud, esos más de tres siglos de entrega desinteresada a cada uno de los que han querido entregarse sin condición, bajo su manto protector y reparador.
 
 
In Domina Nostra
 
 
La Junta de Gobierno.
 

sábado, 24 de enero de 2015

Presentación del cartel de 2009 "Foro Pasión por Córdoba Cofrade"

Queridos hermanos, 
 
Queremos compartir con todos vosotros el texto que nuestro hermano Jesús Cabrera, nos ha hecho llegar. Dicho texto sirvió de la presentación del cartel, del año 2009, "Foro Pasión por Córdoba Cofrade", en el que aparecía la imagen de la Santísima Virgen de los Dolores. Dicha presentación se celebró el 29 de marzo de 2009.
 
 
El encuentro visual con el rostro de la Virgen de los Dolores provoca siempre una sensación imborrable. El sereno dramatismo de sus facciones es el secreto por el que desde hace nada menos que casi trescientos años esta imagen goza de la predilección de los cordobeses, algo que se puede comprobar día a día entre los muros de este templo o dentro de cinco días cuando la ciudad entera se postre a las plantas de la Gloriosa Señora, sin hablar de la apoteosis del Viernes Santo.
La Virgen de los Dolores muestra sólo su rostro y sus manos, y en el primer caso menos que cualquier otra dolorosa cordobesa por la presencia insustituible del rostrillo. No necesita más. Porque la cálida caída de sus párpados, el elegante arqueo de las cejas y la exacta dilatación de las aletas nasales son la perfecta exteriorización anatómica del dolor contenido. A ello hay que añadir las siete lágrimas –siempre el siete en todo lo que rodea a la Señora- y los portentosos labios que vencen las leyes de la materia y están en un temblor permanente que corta el aliento a quien descubre el prodigio.
Así de simple es el secreto irrepetible de Nuestra Señora de los Dolores. Éste es el imán que atrae generación tras generación los corazones de la ciudad y que cautiva a quien llega de fuera y se enfrenta con esta Dolorosa sin igual.
Si se quiere, a todo esto, se le pueden añadir mantos bordados, corazones con dagas, coronas y diademas de los mejores orfebres. Si se desea, su pecho y sus manos pueden rutilar con broches, collares, pulseras y sortijas de valiosísima pedrería que quedan prendidos a ella no como símbolo de ostentación sino como deseo de eternidad en su cercanía por quienes los donaron con gratitud y hoy ya no están con nosotros.
Así es la Virgen de los Dolores que en unos instantes vamos a descubrir en el cartel del foro Pasión por Córdoba Cofrade. Porque esta imagen, como un milagro más de los obrados por su misericordiosa intercesión, es hoy como era ayer. Y rezamos a la misma a la que rezaron nuestros abuelos, porque en estas últimas décadas, tan convulsas en la estética cofrade, no ha cambiado en ella ni un alfiler.
Ajena a las modas y extraña a las vanguardias, la Virgen de los Dolores que está en este cartel es la de hace casi medio siglo y todo se conserva tal cual. Ahora, en su camarín, prácticamente luce las mismas piezas que se ven en la fotografía y la única diferencia está en el tiempo transcurrido. Nada más.
Es ésta una fotografía de José Jiménez Poyato. En el magnífico blanco y negro que trabajaba este artista, se nos muestra a Nuestra Señora dentro de ese estilo tan personal que tuvo con una textura tan próxima al neorrealismo italiano. Los contrastes entre las luces y las sombras dejan espacio para el matiz de lo suave en este portentoso retrato de tres cuartos.
La expresión del rostro es lo primero que atrae en este cartel por las razones antes mencionadas. La fotografía está tomada al aire libre –en alguno de los patios del convento, seguro-, aunque un cortinaje opaco cierra el fondo. La luz natural del día es el prodigio que tanto en este cartel como en las primeras horas de cada estación de penitencia, hacen que la bendita faz de la Virgen de los Dolores cobre vida propia. Qué bien le sienta la luz del sol, cómo modela cada una de sus facciones, a diferencia del reflejo de la candelería que, como toda candelería, provoca una iluminación contrapicada que sí, que nos permite disfrutar de su rostro en la oscuridad de la noche, pero con unas sombras contra natura que desvirtúan el unívoco mensaje de su faz dolorosa.
Luce la Virgen el manto de Alburquerque que sus devotos llevamos en el recuerdo por lo injustamente alterado. Luce la corona de diario, la gran corona que con tanto cariño le diseñara don Ángel Redel para convertirla en Soberana del Dolor. La diadema de la marquesa de Conde-Salazar ciñe sus sienes junto al rostrillo de las grandes ocasiones entre encajes de antigüedad incalculable. Sobre el pecho –y esto nos delata que la fotografía debió hacerse en Cuaresma- ostenta el corazón del septenario, el gran broche de oro y pedrería y las flores y estrellas que tan de moda estuvieron entre las mujeres en la segunda mitad del siglo XIX y que Nuestra Señora luce varias décadas antes de que se generalizara entre las dolorosas el uso de estas alhajas cimbreantes.
La fotografía corresponde a los momentos previos a la coronación canónica. La madre Corazón, entrañable monja servita, regordeta y de facciones casi varoniles, ya no era la encargada de vestir a Nuestra Señora. Le había sustituido en tan impagable honor sor María de la Cruz, llegada a este convento desde su Fernán Núñez natal meses después de terminar la guerra y tan servita que nunca dejaba de presumir de su hermano Antonio, que por tierras italianas lucía con el porte airoso de la Campiña el negro hábito bajado del cielo.
Dentro de esa continuidad que en lo estético ha caracterizado siempre a Nuestra Señora de los Dolores, el paso de madre Corazón a sor María de la Cruz supuso un giro en la presentación pública de tan venerada imagen. Este cambio, sólo perceptible en los matices, no alteraba en absoluto lo fundamental de esta devoción. Si madre Corazón era la monja perfeccionista que equilibraba los encajes, que medía la situación de cada alhaja, que buscaba la proporción en los volúmenes del manto y que sabía a la perfección que cualquier variación en la colocación del rostrillo suponía la alteración en la expresión del rostro, sor María fue una fiel hija de su tiempo, como se ve en la fotografía. Si madre Corazón era deudora de la catolicidad solemne y reglada de Pío XII, y de la ortodoxia de fray Albino, sor María fue heredera de la frescura de Juan XXIII y de la campechanía manchega de monseñor Fernández Conde.
Estamos en los primeros años sesenta, el tiempo, sí, del Papa Roncalli, pero también de Kennedy, de Los Beatles, de El Cordobés. Era el momento de la esperanza en un nuevo orden mundial que se refleja, aunque parezca paradójico, en la indumentaria de Nuestra Señora de los Dolores. Del academicismo de madre Corazón hemos pasado al impresionismo de sor María: dos estilos para una misma finalidad. Lo importante ahora es el impacto emocional, la sensación que percibe el devoto que se acerca a la Santísima Virgen. Poco importan los alfileres, las simetrías, la perfección de los pliegues, cuando dentro de ese calculado y estudiado desorden se alcanza el fin, maravilloso y sublime, de convertir a la Gloriosa Señora en asombro de propios y extraños.
Y así, para asombro de propios y extraños, nace este cartel del foro Pasión por Córdoba Cofrade, el cartel de un colectivo de internautas que dedican a Nuestra Señora y que quieren compartir con toda la ciudad. Quienes asistan a este acto y desconozcan el significado de un foro de Internet, sepan que es un lugar virtual donde se habla, se informa y se opina de las hermandades cordobesas. A lo mejor también hay quien haya oído hablar de él en términos negativos; es natural, la tendencia siempre es matar al mensajero. En este caso, contradiciendo al maestro McLuhan, el medio no es el mensaje, sino que éste es reponsabilidad del autor, pero la perversión del sistema hace que, a diferencia de los foros clásicos, la idea no se transmita con la transparencia del cara a cara, sino desde el resguardo del anonimato.
¿Es esto bueno o malo? Pues ni una cosa ni la otra; es como es. Internet es una tecnología aún en pleno desarrollo cuyos límites nos son inalcanzables. Tanto su propia evolución como la madurez de los usuarios están comenzando a poner coto a los abusos. Cada foro –los hay cofrades, sí, pero también políticos, taurinos, futbolísticos o filatélicos- cuenta con una figura llamada moderador, quien solo o en colaboración de otros se encarga de arbitrar la convivencia.
Ésta es la única manera de garantizar la pervivencia de esta plataforma cofrade, porque el mundo de las hermandades es un mundo muy sensible donde todos los que formamos parte de él lo hacemos de modo altruista, sólo empujados por la devoción a nuestros titulares. Cualquier crítica sin sentido, cualquier opinión sin fundamento, cualquier afirmación, en definitiva, sin caridad que aparece en la pantalla de un ordenador es un grave atentado a los sentimientos más íntimos de una persona. Sobre los moderadores, por tanto, recae la responsabilidad de atajar sin miramientos los abusos gratuitos antes de que el descrédito caiga sobre los foros.
Sé que el caso de Pasión por Córdoba Cofrade no éste y buena prueba de ello es que estáis aquí dando la cara. Me consta también que hay un espíritu fraternal que os une por encima de las divergencias lógicas que puedan existir. El mejor ejemplo del estilo positivo que desde hace año desarrolláis es la edición continuada de este cartel de Semana Santa que ahora ve la luz.
Es un lugar común calificar a la Virgen de los Dolores como la Señora de Córdoba. Ella es una imagen distinta que ha sabido madurar una personalidad propia en todo lo que la envuelve. Su estilo carece de parangón y no se ajusta a los estándares comunes. Pero, eso sí, Ella es tan potente que trasciende todo convencionalismo y ante su presencia nada hay más importante. Obra el prodigio de minimizar todo aquello que le rodea en un plano secundario, como la cera, la música, el andar costalero. La Virgen de los Dolores mantiene vivo el espíritu de que lo fundamental es Ella y sólo Ella, mientras el resto es lo que es: elementos secundarios.
Se va a descubrir el cartel del foro Pasión por Córdoba Cofrade y como he explicado vamos a ver un primer plano del rostro de Nuestra Señora. Vamos a centrarnos en él y a abstraernos de todo lo demás. Su mirada es la de hace trescientos años, pero tiene la actualidad de nuestros días. Cuando siglos de devoción y de historia colocan a una imagen en esta privilegiada posición, no nos queda más que gozar de este lujo; cuando, encima, se divulga a través de un cartel de esta categoría, no nos queda más que el sincero agradecimiento.
Córdoba, 29 de marzo de 2009
 
 
 
Autor: Jesús Cabrera
 
 
 

domingo, 11 de enero de 2015

La nueva junta de gobierno toma posesión.

La nueva junta de gobierno ha tomado posesion en el año en que se conmemora el 50 aniversario de la coronación canónica de Ntra. Sra. de los Dolores.

A las 13h del día de hoy ha tenido lugar la jura de cargos de la nueva junta de gobierno de la Hermandad de los Dolores. El acto ha sido oficiado por el Vicario General de la Diócesis y consiliario de la hermandad, D. Francisco Jesús Orozco Menjibar, y ha contado con la presencia de las Camareras de Ntra. Sra. de los Dolores así como de numerosos hermanos y amigos de la corporación que se han acercado a la Iglesia Hospital de San Jacinto para ser testigos de dicho evento.



jueves, 8 de enero de 2015

Jura de cargos de la nueva junta de gobierno

Estimado hermano.

El próximo domingo 11 de enero, al terminar la misa de hermandad de las12:00 horas, sobre las 13:00 horas, se procederá al juramento de la nueva junta de gobierno, una vez que ya ha sido confirmada por nuestro obispado. Nos gustaría que nos acompañaras a este solemne pero sencillo acto.

Oficiará el acto, el Vicario General de la Diócesis y consiliario de la hermandad, D. Francisco Jesús Orozco Menjibar. 

Sin más, recibe un fraternal abrazo en Cristo y en María Santísima.


Igualás cuadrillas de hermanos costaleros de nuestra hermandad

Estimado Hermano.
 
Te comunicamos las fechás de las igualás de las cuadrillas de hermanos costaleros de nuestra hermandad.
 
Paso de Nuestra Señora de los Dolores

Se Convoca a todos los hermanos costaleros de la cuadrilla de Nuestra Señora de los Dolores, a la Igualá, que tendrá lugar D.M, el próximo viernes 9 de enero de 2015 a las 21:00 horas, en el local de la hermandad, sito en C/ Conde de Torres Cabrera s/n

Paso del Santísimo Cristo de la Clemencia

Se Convoca a todos los hermanos costaleros de la cuadrilla del Santísimo Cristo de la Clemencia, a la Igualá, que tendrá lugar D.M, el próximo viernes 23 de Enero de 2015, a las 21:00 horas, en el local de la hermandad, sito en C/ Conde de Torres Cabrera s/n



Asimismo, todos aquellas personas que deseen formar parte de las cuadrillas, deberán presentarse en el lugar descrito, el día que iguale, la cuadrilla a la que desee pertenecer.